martes, 3 de junio de 2008

Carta de Adolfo P�rez Esquivel, a la Sra. Presidenta Cristina Fern�ndez de KirchnerF
echa publicaci�n: 30/05/2008
El gobierno de Cristina Fern�ndez de KirchnerPa�s/es: ArgentinaReciba el fraterno saludo de Paz y BienDese�ndole mucha fuerza y esperanza para llevar adelante los desaf�os que el pa�s necesita para fortalecer la construcci�n democr�tica en la vigencia de los derechos humanos y un nuevo desarrollo equitativo. No desconocemos los avances positivos en cuanto a la pol�tica de derechos humanos, en la b�squeda de Verdad y Justicia por los cr�menes cometidos por la dictadura militar, para superar la impunidad jur�dica y pol�tica.La renovaci�n de la Corte Suprema de Justicia fue un paso importante en la independencia del poder judicial del poder pol�tico. Los logros alcanzados en la recuperaci�n econ�mica son significativos y permiti� superar la postraci�n a que fue sometido el pa�s. Esos avances fueron posibles por las decisiones pol�ticas durante el gobierno del Presidente N�stor Kirchner.Es esperanzador que Ud., como presidenta de la Naci�n, busque profundizar la pol�tica de derechos humanos y comprenderlos en su integridad. No s�lo lo ocurrido durante la dictadura militar; sino los derechos econ�micos, sociales y culturales; el medio ambiente y la soberan�a sobre nuestro territorio y recursos naturales, hoy gravemente amenazados.Esta carta es extensa y breve al mismo tiempo, por lo tanto intento dar una apretada s�ntesis de algunos de los graves problemas que afectan al pa�s.Un antiguo proverbio Zen dice: SI NO SABES A DONDE VAS, REGRESA PARA SABER DE DONDE VIENES�- �Sabemos los argentinos y argentinas, a donde vamos y de donde venimos?El 24 de marzo recordamos el dolor y la resistencia del pueblo durante la dictadura militar que fue parte de la pol�tica continental para implantar el proyecto neo-liberal a trav�s de la Doctrina de Seguridad Nacional, con un alto costo en vidas humanas, muertos, desaparecidos, torturados, encarcelados y exiliados. Proyecto que tuvo como objetivo la destrucci�n de la capacidad productiva del pa�s y la apropiaci�n de sus recursos. Esa pol�tica nefasta de destrucci�n y muerte no comenz� en 1976; fue impuesta varias d�cadas atr�s en el pa�s y en todo el continente. Tampoco podemos obviar a las Tres A y el terrorismo de Estado impuesto durante el gobierno de Isabel Per�n.Entre los mecanismos de dominaci�n, est� la deuda externa que los gobiernos contin�an pagando, generando un c�rculo vicioso y suicida: �m�s pagamos, m�s debemos y menos tenemos�, hipotecando el presente y futuro del pueblo. El gobierno esta negociando con el Club de Par�s la deuda externa con el agravante que los miembros del Club le exigen hacerlo a trav�s del FMI, condicionando la soberan�a nacional.Esta situaci�n es posible porque el gobierno y los que le precedieron, se han sometido a los intereses internacionales y no tienen el coraje y decisi�n pol�tica de realizar una auditor�a, que determine la deuda leg�tima, de la ileg�tima. Disponen de toda la documentaci�n del juicio iniciado por el Dr. Alejandro Olmos y que el juez Ballestero enviara al Parlamento Nacional y pidiendo que se investigue. Sin embargo la decisi�n tomada es: �de eso no se habla y no se toca. Se paga�; generando la impunidad y permitiendo continuar con el aumento de la deuda y el saqueo del pa�s.El gobierno debe hacer frente al pago de 52.907 millones de d�lares, entre intereses y vencimiento de la deuda., lo que representa casi el 30% de la deuda p�blica total reconocida por la Argentina que asciende en la actualidad a 137.114 millones de d�lares. La deuda p�blica aument� en 11.000 millones de d�lares por el ajuste del CEREn el presupuesto nacional del a�o 2008, aprobado por el Congreso Nacional, se destinan cerca de 20.000.000 millones de pesos para el pago de los intereses de la deuda externa. Mientras el presupuesto para Educaci�n alcanza a los 11.300.000 de pesos y el de Salud a los 6.200.000 de pesos. Si se suman los dos presupuestos son menos que el pago de los intereses de la deuda externa. �Cu�les son las prioridades del pa�s? No se puede hacer una abstracci�n de las consecuencias de la deuda y su relaci�n con las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura militar.Asignaturas pendientes con el puebloSon los derechos que deben ser defendidos en su integridad. Es urgente enfrentar los altos �ndices de mortalidad infantil. Seg�n el informe anual de UNICEF (2007) mueren en el pa�s 25 beb�s menores de un a�o por d�a, la mayor�a por causas evitables. La situaci�n de desigualdad se hace m�s evidente en las provincias pobres. El �ltimo informe (2007) de la ONU es alarmante, la mortalidad infantil es de 13,3 por cada mil nacidos.Los pueblos originarios est�n sometidos a la marginalidad, explotaci�n y extinci�n, como el caso del Pueblo Mbya Guaran�, donde la mortalidad infantil alcanza al 90 por mil. Es doloroso el �ndice de mortalidad entre el Pueblo Tobas que en el a�o 2007 alcanz� a 20 v�ctimas de hambre.El informe se�ala que un 20 por ciento de la poblaci�n, se apropia del 60 por ciento de las riquezas que se generan en todo el territorio nacional. Se�ala el abandono de parte del gobierno y la aplicaci�n de pol�ticas equivocadas desarrolladas en los �ltimos a�os.El modelo pol�tico y econ�mico de dominaci�n implantado en el pa�s no desapareci�. Por el contrario se fue afirmando en el tiempo a trav�s de los sucesivos gobiernos que continuaron aplicando la misma receta neo-liberal y poniendo al pa�s en subasta al mejor postor, con las pol�ticas de ajuste, capitalizaci�n y privatizacionesMuchos de los problemas planteados surgen de las pol�ticas de gobierno que son permisivas. La rebeli�n del campo hay que analizarla detenidamente y no medir con la misma vara a todos los productores. No son las retenciones el �nico problema; son las pol�ticas de desigualdad, de explotaci�n y privilegio de las grandes corporaciones. No se hace cargo de las condiciones que el campesino debe afrontar frente a sequ�as, inundaciones, granizo y p�rdida de la producci�n.La ley de miner�a, sancionada durante el gobierno menemista es una de las m�s nefastas para el pa�s. Sin embargo no se toca. Lo que marca el �ndice de complicidad directa e indirecta en la destrucci�n del medio ambiente y da�os a la poblaci�n. La misma actitud tiene el gobierno con la Ley de Radiodifusi�n impuesta durante la dictadura militar que los gobiernos se niegan a modificar e impiden el ejercicio de la libertad de prensa y medios comunitarios alternativos.El gobierno no desconoce lo que explicito, pero deja hacer a las empresas sus negocios sin importarle el costo en vidas y p�rdida de los recursos naturales. Es cierto que han tratado de detener el desmonte de los bosques y hubo que enfrentar la fuerte oposici�n de legisladores que defend�a el capital financiero. A esa situaci�n se suma el uso indiscriminado de los agroqu�micos; la quema de grandes extensiones de bosques para plantar soja trasg�nica, provocando da�os irreversibles.Pocas veces se tiene en cuenta nuestros mares y r�os sometidos y amenazados por la devastaci�n y explotaci�n de empresas navieras extranjeras, provocando altos �ndices de contaminaci�n y destrucci�n de los recursos mar�timos, ante la imposibilidad de disponer de la vigilancia y control de la soberan�a sobre nuestros mares. La soberan�a sobre el territorio de la Ant�rtida esta amenazada y el gobierno debe actuar antes que sea tarde.Muchos gobernadores provinciales, como se�ores feudales, manejan las provincias de acuerdo a sus intereses, vendiendo tierras que no les pertenecen. No se sabe que hacen con el dinero. Cabe preguntarse si existe un Catastro, un seguimiento sobre los recursos y t�tulos provinciales y nacionales. Mientras, someten y marginan a ind�genas y campesinos y les niegan los t�tulos de posesi�n. A este respecto, los Pueblos Originarios, con quienes estamos en permanente contacto, nos han expresado su preocupaci�n por la puesta en marcha de la Ley 26.160 de Emergencia Territorial, ya que la misma corre peligro de vencimiento. Hasta el momento no se conoce qu� medidas est� tomando al respecto el Instituto de Asuntos Ind�genas (INAI).No existe en el pa�s una ley que regule y ponga l�mite a la venta de tierras a extranjeros. La complicidad de legisladores y gobernadores; como de los sucesivos gobiernos nacionales, han impedido que avance la sanci�n de una ley de protecci�n a la tierra. Es necesario tener en cuenta el documento �Una Tierra para todos� de la Comisi�n Permanente del Episcopado Argentino, sobre la grave situaci�n que viven los ind�genas y campesinos. Los obispos se�alan:�Una deuda pendiente��A una d�cada de la incorporaci�n del inciso 17 en el Art. 75 de la Constituci�n Nacional- que reconoce la pre-existencia de los pueblos ind�genas, su derecho a las tierras tradicionalmente ocupadas y otras aptas y suficientes, a una educaci�n biling�e intercultural, a su propia lengua y cultura y a la participaci�n en aquellas cuestiones que los afecten- pareciera que la situaci�n de las comunidades se agrava cada vez m�s y los problemas estructurales que padecen se agudizan d�a a d�a�.No es posible que se expulse de sus tierras a ind�genas y campesinos y se les someta el hambre y la pobreza; violando la Constituci�n Nacional, y el Art. 169 del Convenio de la OIT; los Pactos y Protocolos Internacionales que el Estado Argentino suscribi� y que no respeta, violando los derechos humanos que deben ser defendidos en su integridad.Lamentablemente en nuestro pa�s existen categor�as de ciudadanos y ciudadanas de primera, segunda y tercera clase. �Que democracia se esta construyendo?Duele tener que decirlo, Sra. Presidenta. EL PAIS ESTA EN VENTA.Se han vendido m�s de 16.900.000 hect�reas de tierra a extranjeros. Se suma la noticia del proyecto de privatizar el Banco Naci�n, ( esperemos que sea solamente un rumor) que hoy tiene en sus manos 14.500.000 hect�reas de chacareros endeudados que pasar�an a mano de la banca extranjera, suma que en total de tierras vendidas e hipotecadas, asciende a 31.400.000 hect�reas. Lo que significa una superficie semejante a toda la Provincia de Buenos Aires. De ser as�, ser�a una p�rdida irreparable de la soberan�a nacional y completar�a la entrega del pa�s.Le recuerdo que detr�s de cada n�mero hay rostros, de ni�os, hombres y mujeres, j�venes y ancianos que nos cuestionan e interpelan y reclaman un lugar justo y digno en la vida. Debemos preguntarnos si el sue�o de nuestros mayores, sus luchas y esperanzas de construir un pa�s libre y soberano fue s�lo una quimera.�Es posible que el pueblo despierte a la pesadilla de la realidad que vivimos y vea c�mo han vendido el pa�s y nos encontremos extranjeros en nuestra propia tierra?-�D�nde ha quedado el profundo sentido de Patria, hoy casi olvidada?- �Qu� significa la identidad y pertenencia que nos legaron nuestros libertadores, que lucharon y dieron sus vidas para dar vida y libertad a nuestro pueblo? - �Murieron en el olvido?- �Fueron idealistas frustrados que so�aron un pa�s distinto, soberano y libre de dominaciones?En el a�o 2010 el pa�s celebrar� el Bicentenario de su grito de libertad. �Quedar� algo para celebrar de nuestro patrimonio, valores e identidad nacional? �D�nde qued� el clamor del pueblo que lucha por su liberaci�n? �O es que tal vez, pretendan celebrar la re-colonizaci�n del pa�s?Vuelvo al proverbio: Hay que regresar a las fuentes; profundizar en los valores y la memoria compartida de las luchas populares para saber de donde venimos y hacia d�nde vamos. Debemos ser coherentes entre el decir y el hacer.No es posible hablar de soberan�a sin tener el control y ser due�os de los recursos naturales con empresas nacionales b�sicas y estrat�gicas. Un pa�s que no tiene el control de sus recursos queda cautivo de las empresas transnacionales y lleva a la dependencia, el hambre, la pobreza y marginalidad del pueblo.Sra. Presidenta. Usted ha reclamado a la sociedad que la ayuden a �defender el modelo de pa�s�. Creo que la mayor�a estamos de acuerdo en apoyar un proyecto de pa�s y hacer todos los esfuerzos necesarios. Pero: �Qu� significa el modelo actual de pa�s? Es necesario tener claridad conceptual y desarrollar pol�ticas acordes para construir y defender un pa�s soberano, trabajar para la recuperaci�n de nuestros recursos y la redistribuci�n de la riqueza a fin de alcanzar el derecho e igualdad para todos.Sin embargo vemos que ha firmado en Par�s los acuerdos para la construcci�n del �Tren de alta velocidad o �Tren Bala�.Es una bala dirigida al coraz�n del pueblo. No hay pol�ticas coherentes que lleven a recuperar los ramales ferroviarios que fueron desmontados; condenando al aislamiento a gran parte de las regiones del interior.Las aguas bajan turbiasComo bien lo se�alara Hugo del Carril hace varias d�cadas, hoy tambi�n las aguas bajan turbias e impiden ver lo que ocurre en el pa�s. Es necesario que las aguas se aquieten, que se calme la mente y el esp�ritu y esperar que se vuelvan transparentes para ver el fondo.Cuando en los a�os 74,75 y 76 y durante la lucha por los derechos humanos contra la dictadura militar y la violencia de diversos signos que sufr�a el pa�s, reclamamos a dirigentes pol�ticos, sindicales, eclesi�sticos que act�en antes que sea tarde, muchos miraron para otro lado, no quer�an ver ni escuchar; hubo quienes fueron c�mplices de la destrucci�n del pa�s y salieron a golpear los cuarteles para reclamar que salgan las tropas a reprimir. Gracias a Dios hubo hermanos y hermanas en la fe coherentes con el la espiritualidad y el compromiso junto al pueblo. Nuestro m�rtir de los llanos riojanos, Monse�or Enrique Angelelli dec�a: �Debemos poner un o�do en el pueblo y otro en el Evangelio para saber por donde ir�. Es necesario hacer memoria, para que nos ilumine el presente. Recordar lo que ocurri� con la Forestal en Santa Fe, con la venta de YPF, Aerol�neas Argentinas, Obras Sanitarias de la Naci�n; Tel�fonos delEstado, Ferrocarriles Argentino, entre otras empresas nacionales.Se�ora Presidenta. Es necesario restablecer el equilibrio entre los seres humanos con la Madre Naturaleza, con el Cosmos y con Dios, defender la integridad de la creaci�n porque de ello depende el presente y futuro de la humanidad, de nuestro pa�s y de nuestros hijos.Es necesario recordar la carta del jefe indio de Seatlle, dirigida al jefe blanco: �De una cosa estamos seguros, la tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra. Todo va enlazado como la sangre que une a la familia. El hombre no teji� la trama de la vida, �l es solo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a si mismo� y est� tentando a la desgracia si osa romper esa red�. Se pregunta: �D�nde est� el bosque espeso? Desapareci�- �D�nde est� el �guila? Desapareci�. As� se acaba la vida y s�lo nos queda el recurso de intentar sobrevivir�.�Qu� nos espera si contin�a la pol�tica de devastaci�n actual?Resistir en la esperanzaQue nos permita construir nuevos paradigmas de vida junto a nuestro pueblo y los hermanos del continente latinoamericano, en la integraci�n y diversidad, en la unidad.Es necesario tener presente que federalismo, no significa feudalismo y desintegraci�n del pa�s. Existe una gran perversi�n conceptual y de valores �ticos y filos�ficos.�Hasta cuando se puede soportar tanta humillaci�n e injusticias al sentirnos exiliados en nuestra propia tierra?Para finalizar, Se�ora Presidenta, lo que se�alo es un aporte al gobierno. La situaci�n que vive el pa�s se arrastra desde hace muchas d�cadas y continuar aplicando �sta pol�tica es suicida. Sabemos las dificultades que debe afrontar y que se deben dar pasos concretos hacia los cambios que el pa�s necesita.Esta situaci�n no se resuelve con paliativos y clientelismo pol�tico. Urge la necesidad de pol�ticas dirigidas a recuperar la soberan�a, la libertad, el derecho del pueblo a disponer de su patrimonio; de los recursos energ�ticos, la biodiversidad, el agua y la tierra.El retroceso que el pa�s ha sufrido en las �ltimas d�cadas es alarmante. Es necesario superar el analfabetismo y las enfermedades end�micas, el hambre y evitar que se mueran ni�os, ind�genas y ancianos. La seguridad pasa por implementar pol�ticas sociales y cambios estructurales en el fortalecimiento de la soberan�a nacional y vigencia de los derechos humanos desde su integridad.Escuche el clamor del pueblo y luche por la construcci�n de un nuevo amanecer, sabiendo que otro mundo es posible y que otra Argentina es posible. Tenemos expectativas a que se sume a la resistencia y construcci�n en la esperanza.Le reitero mi fraterno saludoAdolfo P�rez EsquivelPremio N�bel de la PazAdolfo P�rez Esquivel, premio Nobel de la Paz 1980.

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